UNA MADRE NO EXTRAORDINARIA...UNA MADRE NO ESPECIAL


Mi querido Elliot, ¿Sabes?, Tú no tienes una madre extraordinaria, si alguna vez te dicen eso, no lo consideres en tus ideas. 
Tú tienes como madre a una mujer que, siendo niña, soñó con ser madre jugando con sus muñecas, y cuando llegó a la adolescencia se cuestionó al mundo; después siendo joven llevó la aún idea a terapia, que un día, tiempo después, decidió ser madre....y más tarde tuvo que volver a decidir si realmente seguiría con ese plan de vida.
Y así, después de una historia que tú ya conoces, te tuve frente a mí y así como experimenté amor, también experimenté miedo... y eso ha sido un bucle en nuestra historia.
No.... no me considero una madre especial, soy malísima siguiendo ciertos mandatos sociales que nos adjudican a las madres, así que seguramente no encontrarás en mí muchas de las características que  vez en las madres de película, o de televisión. Soy una mujer que ha ido tratando de aprender como funciona tu pequeño cerebro y por ende como funcionan tus emociones.
Soy una mujer que intenta poner limites, reglas y todo lo necesario para generar hábitos y termina teniendo poca autoridad.
Soy una mujer que se desespera en el hospital, ya sea que estés tú o yo, porque quiere salir y verte reír, y terminan por considerarla loca e inestable.
Soy una mujer que se ha animado a hablar de lo que pasa alrededor de nuestra vida y ha generado señalamientos negativos y pérdidas.
Soy una mujer que se esfuerza en cuanto es posible por darte lo necesario y las cosas no le resultan porque su inteligencia y capacidades no le dan para más.
Soy una mujer falible, que ha cometido infinidad de errores en su vida, que lucha contra sus propios monstruos, que afronta sus propios miedos, solitaria, un poco maníaca, un poco absurda, un poco nada...
Jamás escucharás nada extraordinario de tu madre mi querido Elliot y eso está bien para mí.... porque hoy en día comprendo que no me quiero definir ante ti como una super mujer  o una super madre, porque cuando idealizamos creo que perdemos el verdadero sentido de las personas, del afecto y del amor. 
No, yo no necesito, ni deseo que me idealices. Puedes enojarte conmigo o reclamarme por ocuparme tanto tiempo en tratar de conseguir recursos y terminar por dejar de prestar atención, por ser un tanto descuidada, por cocinar cosas básicas, por no hacer disfraces increíbles, ni tener habilidades maravillosas, por no contar con la inteligencia según ciertos parámetros...pero lo dudo...tú me has enseñado a dejar esos parámetros como absurdos....
Hoy me basta con que sepas que te amo incondicionalmente, que siempre te miro, y en ese mirarte tampoco veo a un hijo perfecto. Te amor como Sofía sabe amarte y como he ido aprendiendo a ir construyendo mi maternidad desde mis parámetros y recursos. Te amo porque decidí amarte, así como un día decidí ser madre y coexistir armónicamente. 

Te ama mamá
Sof Martínez


Comentarios

Entradas populares de este blog

VIVIR EN SOLEDAD

ENTRE EL CAOS, LA INCERTIDUMBRE Y EL AMOR

PAUSAR PARA NAVEGAR