AL FINAL DEL 2020

 

Mi querido Elliot

Este año ha sido complicado el poder escribirte de manera continua, han pasado tantas cosas no solo en la familia sino también a nivel mundial. Aún no termina el año y yo comienzo estas líneas con mucho angustia y miedo. Hay cosas y situaciones que jamás tendrán una explicación lógica para mi, tal vez para nadie. Son situaciones que simplemente suceden y es tan angustiante que la vida te recuerde que  es tan impredecible, tan frágil, que ante un pestañeo todo tu mundo puede cambiar... y como estos mensajes te llegan de muchas formas.

Hace 8 años llegó en forma de enfermedad, en una Navidad fría y casada en el hospital y un año nuevo con mi bebé recién operado, el mundo parecía tan incierto, tú en mis brazos y muchos ruidos alrededor, en la oscuridad del hospital: "no lo cargue, lo va a malacostumbrar" me regañaban las enfermeras... tan ilógico, si unos minutos antes los médicos me decían que probablemente pronto partirías.

En aquellos tiempos, no se me permitido llorar lo que yo necesitaba, y reconozco que de manera equívoca, decidí que era lo mejor, no llorar, y tan solo seguir. Pero la realidad mi pequeño niño, es que la vida es muy ágil, y entonces sigue encendiendo su sistema de alerta de manera continúa, como los carros de ahora cuando requieren de alguna reparación; así que tarde o temprano tuve que dejar de ignorar esa alarma...y nació Conociendo Hunter, un sueño no concretado pero de suma importancia, simplemente no quería que ninguna madre ni padre viviera ese dolor cuando tu hijo se te escapa de las manos ocultándolo.

A la par, también pude reconocer lo impresionante de mi cuerpo, pues yo también he vivido con esas misma enfermedad rara... y reí, porque siempre me dijeron lo rara, fea y tonta que rara, y me decían (y dicen aún) muchas cosas extrañas... y amé ser un Bicho raro en esta ciudad... y con la misma intensidad te hice saber que nuestra condición de vida no nos limitaría para sonreír; así como mamá había ido aprendiendo en su vida que a pesar de las muchas situaciones vividas, las muchas desilusiones y ultrajos, volveríamos a sonreír …

Ahora ha vuelto a pasar, una situación inesperada, compleja y angustiante. Otra Navidad fría, con miedo, con incertidumbre, en donde muchas personas me han referido que espere lo peor; también me ha solicitado ser "fuerte", dejar pasar todo esto y "no exagerar"; pero ahora mamá saber que no quiere hacer como si "no pasa nada, somos felices y la vida sigue"; esta vez me he atrevido a hablar, a llorar todo lo que tenga que llora, esta vez me he regocijado en los brazos de mi madre y padre, de mi pareja, y en tus pequeños brazos mi querido Elliot Damián, porque sabes, derrumbarse es tan humano...

Sé que tu me entiendes tan bien, te has colocado a mi lado y me has tomado de la mano, me llenas de besos y me consuelas. Tu y yo platicamos mucho, me sorprende como me mirar fijamente a los ojos  -a esta edad que tienes me dijeron que eso sería poco posible-, así   que encontrarme en u mirada, llena mi corazón de manera impresionante.

No se que resulte de todo esto, no sé cual sea el desenlace de todo lo que sucede, pero lo que sí sé, es que ante estos tiempos adversos, tú estas aquí recordándome lo que yo hace algunos años te dije... a pesar de toda esta tormenta, en este viaje, volveremos a sonreír.

Gracias por estar mi pequeños Elliot Damián, iniciemos el año como tenga que iniciar.

Mamá siempre te ama. Sof Martínez