NUESTRA ETERNA CUARENTENA

 

Mi querido Elliot Damián:

Estas ideas han rondado en mi cabeza casi desde el inicio de esta pandemia, en la que hemos tenido que seguir una serie de recomendaciones sanitarias. Como ha pasado en este último año, acomodar estas ideas no ha sido tan simple, ¿Cómo expresarte estas vivencias? Ese algo que ha saltado a mi mente desde el inicio es: "esto no es nuevo para nosotros"...

La amenaza de una enfermedad que no conocemos, estar a la deriva con las explicaciones, y hacer un cambio rotundo en cada esfera de nuestra vida. Nuestra cuarentena (por denominarla de esa manera por la comparación que hacemos con la actualidad) inició cuando naciste. Era "normal" eras un bebé y sabíamos que nuestra vida se vería modificada, pero nunca dimensionamos que nunca saldríamos de ese estilo de vida. Conforma las complicaciones médicas se fueron suscitando, nuestra vida se vio reducida, cada un día más a las paredes del departamento y a las paredes del hospital. 

Nuestra primera Navidad (antes de que cumplieras un mes de vida), fue en un hospital, con la zozobra, si podrías pasar esa noche... realmente una escena que se ha repetido en muchas ocasiones más, claro, con sus variables, ahora incluso mucho más agiles, con más práctica en acciones tanto en cuidado físico y emocional, pero eso no le quita la punzada al alma y al corazón. Comenzamos, entonces, a dejar actividades, como individuos, como amistades, como profesionistas y como pareja.... perdimos trabajos, abandonamos proyectos y sueño, porque la realidad es que suena bonito decir que los cambiamos, pero la realidad es que en ese momento eso ni los dimensionamos. 

El arranque no fue sencillo, nadie nos había preparado para ello, para pasar largas horas en casa, con angustia sobre tu salud y economía, perdiendo contacto físico con otras personas. Porque muchos nos decían "aquí estamos", pero al paso del tiempo, dejaron de estar, un día volteamos y  solo estábamos los tres, con nuestros miedos, dudas e inquietudes, porque realmente no todo es amor.

Empezó a existir cansancio físico, que ante la combinación de la serie de preocupaciones generó otras dificultades de salud, y no había ese acompañamiento del que muchas personas hablan, ni tampoco apertura para escuchar, ni empatía hacia la situación, las personas tienden a dar por hecho muchas cosas, y a imponer creencias sin analizar el contexto que nos envuelve. No solo se trata de "querer estar bien" y no todo se trata de Fe.

Por ejemplo, algunas personas dan por hecho que al tener una profesión todo estaba resuelto, y si no o estaba era porque no hacíamos el esfuerzo suficiente, romantizando inclusive el dolor. Las palabras como "échale ganas", "tengan fe", "Dios sabe porque hace las cosas", se convirtieron en ácido. Comenzamos a dar todo lo que podíamos o al menos eso pensamos. El dolor, el cansancio, No era contra ti, ni siquiera contra la enfermedad, sino  todas las situaciones en el contexto que no siempre favorecen.

Recuerdo una ocasión que el dinero se agotó, entre terapias, medicamentos, y pagar cuentas de asistencia médica, diversa. Tu aún tomadas fórmula, y esa nunca faltó, pero papá y yo no teníamos que comer, y los tiempos para poder irse de una actividad a otra era corto, así que para lo único que alcanzó fue para una torta que dividimos  y un refresco para tener mayor sensación de estar llenos. Fue la primera vez que en lo particular, me aterroricé, ¿Qué haría si perdía mi trabajo y no podía comprar ni eso? El miedo fue tan grande e inexplicable, redoblé esfuerzos y traté de poner todo de mí, prepararme (según yo) hasta que me agoté, y siento decir que al voltear veo que no valió la pena, esos esfuerzos me llevaron al quiebre, ni pude crecer profesionalmente y solo enfermé. No funcionó. 

Ahora, el miedo continúa, hemos ido aprendiendo a organizarnos de forma relativa, pero la situación sigue siendo precaria, ya hora yo también he enfermado y eso no ayuda mucho. Además comenzamos a estar añosos y la preocupación crece, nos cansamos más y más rápido. También dejamos de salir, entre que enfermabas falta de dinero, y falta de tiempo, cada vez estuvimos más aislados. En ocasiones creo que he perdido la capacidad de socializar con las personas, aunque realmente siempre he sido una persona tímida e introvertida, que con facilidad pasa desadvertida, pero de un tiempo para acá se ha incrementado. 

Eso nos llevó a refugiarnos en casa cada día más, a ser fieles compañeros de la T.V. como nuestro cines, y de las redes sociales como medio de entretenimiento, además de ser un contacto indirecto con otras personas. Conocimos los canales de youtube, y nos volvimos expertos en ellos, conocimos clases en línea, y a acomodar nuestro espacio de vivienda lo más cómodo posible, sin restricciones sociales, o pensando en que alguien nos visitará, ni siquiera hemos decidido invertir en una sala, no hace falta, estamos los tres. También conocimos lugares gratuito y seguimos valorando mucho más la naturaleza y a nuestras familias que nos han apoyado moralmente y en ocasiones de forma económica.

Hemos conocido diversas plataformas de entretenimiento, a comprar en línea, a gastar solo lo necesario. Entonces, ante esta pandemia, esto no se nos hizo desconocido, realmente nosotros desde hace tiempo  nos preparamos para no salir de forma frecuente, más bien creo que recordamos nuestro proceso de vida en los últimos años, el aprender a vernos todo el tiempo, no por decisión o por ser codependientes como alguien me dijo hace un rato, sino porque no teníamos elección, y porque tu atención que requiere diversas demandas es más favorable si es de a dos. 

Cada día vamos aprendiendo un poco más a como lidiar con este estilo de vida A mamá le gusta hacer ahora ejercicio en casa y que tu lo hagas junto a mi. Tomar café en la mesa de casa siendo tu mi gran compañero, jugar entre nosotros, tener festividades en las que sabemos que nosotros no faltamos. A estar en compañía. A que si nos enojamos realmente no hay lugar a donde ir, así que también hemos ido adquiriendo algunas habilidades en solución de conflictos, pero a través de varios tropiezos. Hemos ido aprendiendo de primera voz, como se vive y se romantiza estas situaciones de vida, desde afuera, porque adentro la vivencia es otra. Aquí se vive a mil hora...

Así que ha sido indispensable, aprender de a poquitos a ir manejando nuestra angustia y preocuparnos, a llorar cuando el cuerpo lo solicita, a resguardar el corazón cada que sea necesario, y en ocasiones a levantar la voz para exigir justicia, aunque también muchas veces nos han callado. Aún nos falta mucho, en ocasiones tu lo notas, en ocasiones esas emociones nos sobrepasan, pero también hemos decidido a no dejar de buscar opciones para comunicarnos y para gestionar nuestras emociones. Es lo mínimo que podemos hacer por nosotros mismos.

Reconozco que no es sencillo, en lo particular, sería deshonesto para mí decir, que todo está bien y a la perfección. Además tu enfermedad al ser tan impredecible, nos genera algunos sustos, emociones intensas, porque en cualquier momento nos recuerda que nuca se va y que realmente no podemos bajar la guardia. Realmente si me gustaría que vieras la vida de un niños entre juegos, amigos escuela, paseos, la vida que tal vez, habíamos imaginado para ti. Pero tenemos claro que eso no pasará, la realidad es que no conoces que es un amigo, tu no tienes amigos, no sabes que es jugar con otros niños, ni existen niños o niñas que se acerquen a jugar contigo, la escuela cada vez es más difícil, y creo que piensas que el hospital es tu paseo. Esa es tu realidad. 

Has crecido en el mundo de adultos, contadas las personas que nos han aceptado, que estemos contigo como cuidadores, porque es complicado que alguien pueda cuidarte, y mientras más grande estés, es más improbable que alguien quiera cambiarte el pañal, que comprenda como te comunicas, o que te enseñe alguna u otra acción que para otros niños de tu edad serían simples. Y no es queja, hablo del mundo que habitamos, el nuestro, similar al de otras personas y familias con algún miembro con alguna situación compleja de salud o discapacidad.

Lo que ha incrementado ante esta pandemia, es en sí el Covid como tal, lo complejo y difícil sería que llegara a nuestro hogar esta enfermedad, porque de antemano sabemos el gran riesgo para ti. También enfrentarnos al cansancio y estrés laboral, tanto por falta de sueldo estable como por la carga de trabajo que se triplicó sin tener una remuneración económica acorde a esa cantidad de trabajo, además de que aunque tu estás aquí, no podemos brindarte la atención correspondiente.

Aún cuando concluya este resguardo, la realidad es que nosotros continuaremos en ella, en ocasiones resistiendo, en otras aprendiendo; tal vez nunca hemos realizado una real transformación, pero considero que estamos trabajando en ello de forma constante. No sé si hacemos todo lo que podemos, pero al menos si lo que tenemos en este momento. Ya he dejado de añorar  que la situación cambie, esta es nuestra realidad, tal vez, es un momento de mirarla y de ir construyendo formas de relación con esta realidad, porque no podemos cambiar nuestro contexto, ni generar que su percepción y actuar ante familias que vivenciamos estas situaciones cambie...

La realidad, pequeño, es que estamos cansados, somos unos ermitaños por obligación de las circunstancias y el contexto en el que nos desenvolvemos, mamá y papá esperan que su mente creativa les ayude para saber ahora que hacer y el cómo.

También buscamos ofrecerte no solo amor, porque no solo eso necesitas. Así como no solo necesitas de buenas intenciones, sino de acciones verdaderas que te permitan tener una relativa calidad de vida, y no solo a ti, también a nosotros como cuidadores, como madre y padres que te acompañamos en este proceso.

así que... seguimos empacando en las maletas, en ocasiones pesadas, y en otras ligeras, según las circunstancias, ahora ya adornadas, con buenas piezas de música y con resguardos para las dificultades....Sigamos, pues, hasta donde la vida y nuestras posibilidades nos permitan. 

Te ama, mamá.

Sof Martínez





Comentarios

Entradas populares de este blog

VIVIR EN SOLEDAD

ENTRE EL CAOS, LA INCERTIDUMBRE Y EL AMOR

PAUSAR PARA NAVEGAR