FELICES 4 AÑOS

Mi querido Elliot Damián, el 27 de noviembre afortunadamente cumpliste 4 años de vida, y eso llena de felicidad mi corazón. Tal vez algunas personas consideren que es algo exagerado; sin embargo para todos los padres que todos los días nos levantamos sabiendo que un día es otra oportunidad de vida, es algo sencillamente maravilloso. Tres días antes de tu cumpleaños yo también tuve la dicha de cumplir otro año más, y también me resulta genial, porque la vida me permite seguir acompañándote en esta experiencia. ¡Aún recuerdo que días antes de que nacieras comimos pizza junto con papá y me encontraba con un cúmulo de emociones, nerviosa, angustiada, y sumamente feliz, ya quería tenerte entre mis brazos! Quería llenarte de besos y abrazos.
Aún recuerdo la tarde en que naciste, tu cuerpecito caliente y desnudo sobre mi vientre, tomándote por primera vez entre mis brazos, y dando Gracias a Dios por la inmensidad de tu vida. ¡Por fin te tenía conmigo!  
Hace poco buscando entre mis viejos escritos encontré algo que te escribí antes de que nacieras, y hoy te lo vuelvo a compartir bajo otra mirada:

A veces frente al espejo te imagino junto a mí,
imagino tu pequeño rostro junto al mío,
tus bellos ojos, y el color del alma que le fuesen dados.
Imagino tu aliento en mí oído, soplando en silencio…tibio.
Como la tibieza de tus pequeñas manos sobre las mías.
Imagino que sonríes, que me miras, que me pides…
Me pides el amor perdido, el amor guardado en ti y para ti.
Imagino tu piel tan tierna, imagino tu figura, imagino el olor de tu delicado cuerpo.
Imagino…imagino tenerte entre mis delgados brazos…
Para entonces no voltear nuevamente hacia aquel pasado.
Imagino que eres una verdad inconfundible.
Imagino que eres una presencia infinita, insoluble y pulcra,
Hermosa presencia que no se destruirá.
A veces…muchas veces te imagino.

Y te lo comparto bajo otra mirada, con lo que la vida me ha enseñado, con lo que yo también he decidido madurar. No, no eres como te imaginaba…eres mucho más.

Hoy en día no eres el hijo ni deseado ni imaginado, eres el hijo que eres, sin idolatrarte, sin desear que seas otro que quien eres, que amo porque estás presente; porque aprendo de mí misma como mujer y descubro mi maternaje. Ya no necesito imaginarte, ni crear etiquetas antes de tiempo, vivo el tiempo presente, el soplo de vida que sea crea en el espacio que nos encontramos…te observo, me encanta sentarme y observarte mientras juegas, ver como intentas realizar las cosas; tus diversas reacciones, a veces de enojo, a veces de una gran satisfacción. Me gusta jugar a tu lado y que me permitas descubrir tu mundo, dejando a un lado mis propios parámetros y lo que yo misma creía una realidad.

Me gusta descubrir esta forma del amor y de la vida. Tu  como mi hijo yo como tu madre. Por eso hoy ya no te imagino, pues he aprendido a vivir este día, en el aquí y el ahora, porque este es el instante que la vida nos dio. Bendita la vida por darme la oportunidad de estar junto a ti. Te amo mi hermoso Elliot Damián. Felices 4 años de vida.

Te ama mamá.