ANGELES QUE TE AYUDAN

Mi vida siempre habrá ángeles que te ayudarán, personas que sin ningún interés estarán ahí para ayudarte, para escucharte y brindarte el amor que cualquier ser humano necesitas. También encontraras personas que no son tan agradables, aquellas que te señalarán y como ya nos ha tocado, las que no querrán estar junto a ti. Como aquel señor que se cambió de lugar cuando supo que tenías una rara enfermedad, o aquellos familiares que nos han dejado de hablar y te evitan porque creen que se contagiarán. Eso es algo que lamentablemente no puedo evitar. Ahora lo siento igual que tú, efectivamente yo te heredé la enfermedad, y me hubiese gustado darte muchos hermanitos con quien jugar pero probablemente no sea posible. Ahora yo también soy señalada, por los médicos sobre todo porque para ellos a veces resulta ser un pecado el haber tenido un hijo con una enfermedad poco común. Yo en verdad no hubiese deseado eso para ti, pero cuando veo como intentas sentarte y pararte me doy cuenta que tu luchas mucho más que yo cada día. No sabes cuanto me enseñas mi vida, y seguramente a papá también. Yo también he tenido ángeles, aquellos que me recuerdan que tengo mucho amor que darte y toda la fortaleza del mundo para seguir adelante y no darme jamás por vencida. Uno de esos ángeles me compartió lo siguiente y hoy te lo comparto a ti:
 
"Hola de nuevo...
Entre los cajones llenos de polvo y telarañas con olor a viejo y por supuesto, retorcidos pensamientos, me encontré una narración que me legó mi padre y que, aunque no encontré el original, más o menos dice así:
Cuentan las crónicas que un día Dios estaba revisando los expedientes de sus criaturas preferidas, léase la humanidad, y encontró que muchos de ellas aún no encontraban el modo de acercarse a Él, y por ende, menos creer en Su existencia.
Se puso a meditar para encontrar la forma de hablarles y recordó que antes bastaba con enviar a alguno de sus ángeles para darles su mensaje de esperanza y mostrarles el camino hacia Él.
Pero había algo que le preocupaba.
En aquellos tiempos en que la humanidad no estaba tan contaminada con tantas ideas de tantos falsos guías morales y muchos más pensamientos torcidos de personajes que por radio, televisión, cine, prensa, y más recientemente internet, tratan de inducir a la humanidad a olvidarse de su verdadero creador y suplirlo por explicaciones basadas exclusivamente en la ciencia, olvidando que esa misma ciencia fue puesta a su disposición para que lo alabaran; iba a más difícil que la humanidad creyera que el ángel era en realidad un enviado de Dios y lo más seguro era que empezaran con teorías de extraterrestres, o alucinaciones o tantas explicaciones que los hombres han inventado para aferrarse a la idea de que Dios no existe.
Así que reunió a sus ángeles y les dijo:
-          Amados míos, veo con tristeza que la humanidad cada día se olvida más de mi existencia; así que vengo a pedirles un gran favor.
De inmediato las legiones angelicales contestaron:
-          Dinos Señor, ordena qué debemos hacer y de inmediato vamos a cumplir tu mandato.
El Señor les dijo:
-          Es muy sencillo, quiero pedirles algo que tal vez los separe de mi durante algún tiempo, tal vez unos días en algunos casos, pero en otros podrían ser años.
Ellos contestaron de inmediato:
-          No importa, nos será difícil separarnos de ti, pero si ese es tu mandato, estamos dispuestos a obedecerlo de inmediato.
 
Entonces el Señor les dijo:
-          Van a bajar a la tierra y tomarán forma humana en vientres de madres elegidas, pero la forma que tomarán en ningún caso será de hombres y mujeres normales, todos ustedes nacerán con alguna deficiencia: Intelectual, física o ambas.
Tendrán deformaciones físicas y deficiencias mentales tan evidentes que harán que todo el mundo se dé cuenta de ellas.
 Habrá padres y madres que cuando los vean, los señalen y les digan a sus hijos que si no se portan bien, si no comen o si no estudian van a acabar como ustedes y serán llamados “retrasados mentales”, “idiotas”, “tullidos” y no faltará quien los llame “castigo divino”.
 
Algunos serán catalogados como anomalías, otros con monstruos, otros como curiosidades, algunos más como aberraciones de la naturaleza y los médicos les pondrán nombres raros como “síndrome de alguien” y se dedicarán a tratar de desentrañar los misterios que tienen sus cuerpos y a dar explicaciones como “hipoxia neonatal”, “aberración cromosómica”, “degeneración por algún motivo cualquiera”, “infección intrauterina” y otros nombres más.
 Algunos de ustedes serán rechazados, otros vilipendiados, otros más encerrados en “instituciones de salud”, pero todos ustedes tarde o temprano encontrarán a alguien que reciba y entienda el mensaje que le mando y se hará cargo de ustedes y los acogerán, los amarán y los cuidarán en Mi Nombre.
 
Ese alguien que se encargue de ustedes puede ser algún pariente, algún vecino, algún filántropo, pero yo les aseguro que la gran mayoría de ustedes será atendida por alguien que nunca los defraudará, nunca los desatenderá, nunca los señalará y que entenderá el mensaje que yo les envío y los amará con toda la fuerza de su corazón:
 
Sus Madres."
 
Ese día que lo leí mi pequeño Elliot, me di cuenta que siempre tendré ángeles a mi lado que me recordarán lo importante que es vivir, y que me abrió los ojos para contemplarte y saber que el ángel más hermoso lo tenía frente a mí... mi querida Fé...mi querido Elliot Damián.
 
Te ama mamá.

 
 
 
 

Comentarios

  1. Hola bicho raro...
    Sabes?
    El otro día leí tu entrada a tu blog y ahora sí me quedé meditando.
    Raro, pero verídico.
    Como no tenía en ese momento nada en la mente, (aunque no lo creas) decidí dejar pasar unos días antes de contestarte.
    Mientras tanto y, como no tenía sueño, me puse a releer tus entradas y a ver las fotos que has publicado.
    De pronto mi retorcido cerebro se dio cuenta de algo.
    Desde que te conocí siempre vi algo que te caracterizaba: Tus Ojos...
    Siempre que te veía mostrabas una mirada de frente.
    No importaba el momento, siempre mirabas a la cara y cuando los llegabas a cerrar era porque te ganaba esa sonrisa pícara que siempre te caracterizó.
    Con lentes o sin ellos siempre mostrabas esa chispa que incontables veces vi.
    Veo que en todas las fotos que has publicado de tu bichito, él tiene esa misma mirada y esa misma chispa que heredó de ti.
    Pero también veo que en ninguna de ellas levantas la cara.
    Tal parece que tratas de ocultarte y la verdad me extraña de ti.
    Esa última foto de tu pequeño enfundado en su mameluco que me recordó al Gato Sonrisas de Alicia, también me hizo pensar que aún crees que los demás tienen razón y tú estás equivocada.
    No pretendo hacerte un análisis mental porque eso queda fuera de mi alcance.
    Pero creo que así como Elliot muestra su cara, hace vibrar el alma con el brillo de sus ojos e infunde ternura con esa expresión de ganas de vivir que tiene, es hora de que también el mundo vea la cara, el brillo de los ojos y todos aquellos sentimientos que andan por ahí dormidos en la expresión de la mujer que se los heredó.
    Y por favor no vayas a salir con que eso pertenece al pasado.
    Que te faltan las fuerzas.
    Que tienes ganas de aventar el arpa.
    Que te es imposible.
    Y vete a saber cuantas cosas más puedan pasar por esas dos neuronas que tienes.
    Muchas veces fui testigo de lo que eres capaz de hacer y sé que a pesar del tiempo y todo aquello que puedas poner de pretexto, sólo te falta un empujoncito para que vuelvas a recobrar la confianza en ti y sobre todo te quites esa joroba anímica que te han impuesto.
    Ésto te lo escribo mientras escucho música... Para variar...
    Y ahora ahí te va la reflexión de este día.
    La gente te criticó porque te tenía envidia...
    Sí, así es...
    Envidia de que tú hiciste lo que ellos no hicieron a pesar de que tuvieron la oportunidad.
    Y ahora la historia se repite.
    Ahora te critican y señalan porque eres una madre especial, que tiene un hijo especial, que no tiene tiempo para aburrirse porque su vida no es tan vacía como la de ellos.
    Y esa vida tan especial solo puede estar llena de momentos tan grandes y emocionantes que los demás solo pueden envidiarla y verla de lejos.
    Y la única forma que tienen de demostrar esa envidia es tratar de hacerte sentir menos, de marginarte, de señalarte.
    Ahora es el momento para que muestres tu egoísmo...
    Sí, así es...
    Envidioso es el que desea aquello que otros tienen y ellos no pueden tener.
    Egoísta es el que presume aquello que otros envidian.
    Así que ya es hora de que cuando cuelgues una foto con tu hijo, cuando vayas en la calle con él, cuando alguien te señale con el dedo o se aparte de ti, muestres con orgullo tu herencia y que todo mundo sepa que eres la feliz poseedora de algo que Dios te mandó simplemente porque eres una Madre Excepcional.

    En fin, es hora de que seas Egoísta.

    Tu Viejo Amigo.

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