EL DÍA QUE LAS LIBRETAS SE GUARDARON
Un día las libretas se
guardaron, y el enorme estuche de bolígrafos solo se sacó para lo
indispensable, un día mamá decidió callar porque se vio obligada a hacerlo…había
perdido prácticamente todo y ni las letras se lograban dibujar en su cabeza…
pero hubo algo que las mantuvo unidad en el imaginario… y es que inevitablemente
al voltearme y ver esos enormes ojos
brillando…mirándome…detenidamente mirándome…sabía que tenía una enorme fuerza
para poder seguir adelante…a pesar de toda circunstancia.
Ha pasado prácticamente un año
mi querido Elliot, prácticamente un año en que nuestra vida tomó un vuelco
totalmente diferente, y varios meses que me ha tomado el valor de volver a
tomar esta pequeña libreta para volver a plasmar lo que siento y pienso…no ha
sido un camino nada sencillo en esta ocasión, se puso en riesgo tu propio
bienestar y eso indudablemente me derrumbó, pero no por completo porque sabía
que de alguna u otra forma teníamos que salir adelante.
Ha sido muy triste para nosotros
tener que dejar tus terapias fuera de casa, tener que esperar y buscar nuevos
medios para poder llevarte con los especialistas y detener parte de tu chequeo
médico, ahora ha sido más tardado, estás creciendo y requieres de más
atenciones médicas, pero ya no nos es posible costear todo eso, es una cantidad
fuerte con la que nos es imposible contar. Eso nos ha dolido mucho, así que seguimos
haciendo en casa lo que está en nuestro alcance y encargándonos de que no te
falte comida, y necesidades básicas, y por supuesto tu atención médica mensual
de seguimiento.
Y todo esto, mi querido Elliot
Damián, es algo no nos esperamos en este momento de la vida, también teníamos
sueños cuando éramos muy jóvenes, sueños con nuestra profesión y sueños con
nuestra familia. Nos amábamos y pensábamos que con el solo hecho de amar,
desear y trabajar muy duro podríamos lograr todo lo posible. Pero la realidad
es que la vida nos ha dado vuelcos muy fuertes, con todos nuestros sueños, y ¿sabes?
A las personas no siempre se nos facilita reestructurarnos tan rápido, en
ocasiones ya no se puede volver a armar esas mismas piezas, en ocasiones tienes
que crear a partir de los pedazos y eso es lo que tu papá y yo nos encontramos
haciendo: shiatsu con nuestra vida.
¿Recuerdas que te dije cuando
eras pequeño? que no permitieras que te mostrarán solo el lado negativo de las
personas y de la vida... Eso me tuve que repetir infinidad de ocasiones para no
caer en ese error, no quería que mi dolor te nublara a ti lo que ha sido bello
en tu vida y todo lo que tu valoras. Pero
la realidad es que tampoco es algo que pueda ocultar, y te lo he tratado de
platicar frente a frente, tú me observas extrañado, como los primeros días que
me viste en casa de planta, como las veces que me has visto llorar porque no
tengo trabajo o porque simplemente el dinero ya no alcanza…
Aunque al final termino sollozando
porque mi corazón se hincha de amor cuando acaricias mi cabello, cuando me
abrazas y me besas, cuando simplemente me miras, esa bendita mirada que me llena
de energía y que siempre interpreto como un “vamos mamá”….mi querido Elliot no
tengo palabras para agradecerte estos meses por estar ahí, por acompañarme en mi
dolor y acompañar también a tu papá que poco expresa verbalmente, pero que tu y
yo sabemos que tan angustiado también está.
¿Sabes cuál ha sido mi mayor
alegría? Cuando después de la primera semana de estar en casa te escuché decir
“mamá” aunque mil veces me digan que no lo dices realmente, yo no lo dejaré de
creer, ¡¡¡me llamas mamá!!! Siempre me dijeron que eso nunca sería posible y
entonces yo comencé a resignarme, jamás podría escucharte decir mamá, jamás
podría tal vez contar con esa gran posibilidad que escuchaba de otras madres,
así que me fui haciendo esa idea, y cuando te escuché ¡no cabía en la felicidad!,
no me importa que ahora comiences a llamarme mil veces!!! “mamá, mamá, mamá” si estas junto a mí.
No te calles mi vida, no
permitas que te callen como yo permití por meses que me callaran, que el
silencio fuera mi único recurso para protegerme y proteger a quienes amo. Las
palabras verbales o escritas en muchas ocasiones son malinterpretadas, y la
libertad de pensamiento no siempre es comprendida. Yo perdí mi trabajo, perdí a
quienes creía amistades, perdí recursos que me posibilitaban darte una vida
estable…y me dolió terriblemente…ha sido un proceso no fácil pero necesario en
mi vida, tal vez en la vida de los tres, porque al final tu papá también me
enseñó que el silencio prolongado también enferma y también fractura…
Por lo tanto mi querido
Elliot, no calles…aunque las personas malinterpretan los sonidos que realizas o
cuando gritas, como también malinterpretan los gestos que realizas, algunos se
asustan y tu muchas veces lo único que deseas es hacerles saber que estas ahí,
en otras incluso solo quieres acercarte y en otras como cualquier niño solo
quieres distancia, pero esa posibilidad de saber lo que expresas la brinda el
hecho de que se detengan y te observen, que no te juzguen y que no se llenen de
juicios anticipados.
Elliot no calles, no repitas lo
de mamá, no guardes tus libretas, sigue rayándolas
como tu quieras, como tu interpretas el mundo, bajo era mirada… con esos ojos
brillantes que un día nos dijeron que a esta edad dejarían de mirar y estarían
perdidos…y no es así…hoy te tengo a mi lado, viendo como escribo, tomándome la
mano y acercándote a mí…tú mi querido Elliot me enseñas todos los días un poco
más de la vida, y como, el que mis sueños se hayan destruido, no termina mi
vida…
Aún, con un largo camino por recorrer,
en el que mamá tendrá que aprender como se integra en este mundo tan cambiante,
tan efímero, pero del cual desea seguir enseñándote lo más bello que pueda…saquemos
nuestra libreta mi vida y rayémosla todo cuanto queramos…
Te ama mamá.
Sof Martínez
Hermosa reflexión. A pesar del dolor
ResponderEliminar, el amor es mas fuerte q TODO.
Sigan adelante y disfruten al pequeño Elliot.
En nuestra familia tenemos a nuestro pequeño Fran con San Filipoo A y lo disfrutamos cada dia con un amor infinito