LOS PADRES “ESPECIALES” TAMBIÉN BUSCAMOS INCLUSIÓN.
Mi querido Elliot, sigues creciendo y conforme vas creciendo
tu comportamiento va cambiando, algunas pautas de conducta son un poco
complejas de manejar, por lo que también vamos aprendiendo a ayudarte a regular
tu comportamiento, algunas estrategias que nos enseñan no han resultado pero
seguimos intentando, solamente que no siempre comprenden las personas que están
alrededor, se molestan cuando te emocionas y gritas, o cuando comienzas alguna
rabieta; en otras ocasiones también es complejo tu seguimiento de
instrucciones, cierto eres sordo, pero si comprendes algunas de ellas. En tu
escuela también se les dificulta tu manejo y no hemos logrado una plena
integración.
Claro como madre es un poco frustrante, la sociedad espera mucho
de las madres, y si no lo haces adecuadamente eres una “mala madre”, todo mundo
te dice lo que tienes que hacer pero pocos realmente están dispuestos a
acompañarte en este camino. En ocasiones es incomodo que te observen como
“bicho raro” pero tampoco ayudan, ni siquiera para apoyar moralmente. Con otras
madres y padres ni hablar, tod@s pueden hablar de temas comunes, pero cuando en
muchas ocasiones intentamos platicar de las situaciones a las que nos
enfrentamos tu padre y yo, inmediatamente cambian el tema. El tema de
conversación no es interesante, a nadie le interesa escuchar de nuestras
vivencias, ni de hospitales ni médicos, solo lo toman a queja y punto.
Ya no nos
invitan a reuniones sociales, ni recibimos llamadas telefónicas ni invitaciones
a charlar. Otras personas han optado por tratarnos con “pinzas”, entonces
pareciera que charlar de otros temas diferente a tu salud es algo
“inapropiado”. Es curioso porque los especialistas nos insisten en tener una
vida “normal” en tu inclusión con otras familias y en otras convivencias…pero
¿cómo? Por lo que hemos intentado adaptarnos a nuestra vida, nos preocupa claro
tu integración social y regulación de comportamiento pues por más que lo hemos
intentado no lo logramos. En lo particular en ocasiones me comienzo a dar por
vencida, comenzaba a ya no salir si no era con tu papá. Del trabajo a la casa
para estar contigo, y salidas junto con papá porque no sabía si pararme a
atender tu comportamiento o cuidar el monto de cosas que luego llevo. Pero creo
que tanto tú como yo comenzamos a cansarnos, claro que queremos una vida común
y corriente!
Así que comenzamos a volver
al súper, a las tiendas, a caminar tu y yo! Ello implica en ocasiones terminar
cargándote porque ya te cansaste, tratar de controlar un berrinche de aquellos
marca “acme” en donde todos te voltean haber juzgando, buscar enseñarte a que comprendas una instrucción o regla como no
correr en los pasillos o tratar de controlar cualquier otra de tus emociones; a
veces malas caras, o incluso que las personas nos señalen y escuchemos
comentario como “mira ese niño, esta rarito”, o “señora controle a su hijo”, o
que nos callen, como aquella ocasión en que una joven nos siguió por el pasillo
para señalarte y después decirle a su acompañante que eres “muy raro”.
Pues
bien, papá y yo nos hemos aguantado la pena, la angustia, el enojo y bueno con lo llorona
que es tu mamá, también las lagrimas. Solamente queremos pasear, conocer
lugares, personas, porque de verdad tengo fé de que existan personas que estén dispuestas
a convivir con nosotros, aunque no sea fácil, aunque de repente les resulte
irritante tu presencia, o nuestras platicas no sean de viajes, estudios o
logros profesionales, pues no los hay. Claro siempre hay dos personitas que
también cargan hasta con tu maleta! Y que los enoja cuando les pregunto ¿puedo
llevar a Elliot?, a ellos discúlpennos, es
la costumbre.
Somos seres humanos
también, como cualquier otro, raros o no raros, agradables o no para los demás, como padres de un hijo con discapacidad
también queremos inclusión…pero ¿cómo incluirte a la sociedad si también a nosotros
nos excluyen? Me imagino que en algún momento la respuesta llegará...
Mientras tanto Elliot, seguimos viajando, mamá y papá
seguimos tratando de aligerar las maletas, nos hemos puesto los tenis, ropa
cómoda y nos hemos armado de la mayor paciencia y tolerancia posible…es
necesaria.
Te ama mamá.
Comentarios
Publicar un comentario