337… OPORTUNIDAD DE VIDA
Mi querido Elliot Damián, llevo meses tratando de acomodar
mis ideas, mis palabras, tengo atoradas en la garganta cada una de ellas porque
mis emociones siguen revueltas, tal vez nunca dejen de estar revueltas porque
jamás será fácil para los padres escuchar y saber que la vida es más frágil que
lo que ellos hubiesen esperado. La situación se ha complicado en este año porque
indudablemente ya no eres un bebé, aunque yo te sigo viendo tan pequeño y
cuando te tengo en mis brazos, sigues siendo mi niño hermoso que hace 3 años
tuve en el frio invierno. Hace tres años
que decidiste estar con nosotros y como todo un guerrero aferrarte a la
vida.
Debo confesarte que la mitad del año estuve angustiada y un
tanto melancólica, también presionada socialmente. Las personas cuestionan
muchas cosas, pero sobre todo la maternidad, esperan que de alguna manera sea
una madre “perfecta” y que no tenga ningún tipo de equivocación, que si soy rígida,
que si no lo soy, que si eres berrinchudo, que si no lo eres, de repente pareciera que todos saben sobre cómo educar a
la “perfección” a un hijo, y si te equivocas eres aniquilado. No ha sido tarea
fácil porque pocos saben lo que conlleva tu padecimiento base, entonces
terminan solo por juzgarte o considerar que eres un niño berrinchudo que tus
padres no te educamos, por lo tanto somos señalados. Pocos recuerdan y/o saben
que eres sordo, que hay días que duermes escasas tres horas, (y que también los
padres dormimos poco), que tu apnea no te permite descansar, que los mocos
constantes te resultan molestos, que a veces comas lo que comas te provocará
molestia estomacal, y que sí cierto, en
ocasiones como cualquier otro niño en efecto si haces berrinches. Y me ha
llevado muchos meses mi vida, también a mí comprender que no puedo cambiar a
las personas, que solo me resta buscar seguir difundiendo información sobre tu
padecimiento, y buscar tu integración, aunque en ocasiones eso signifique
alguna lagrima, no siempre de dolor, también de coraje, porque hay personas que
les molesta tu comportamiento o que grites sin motivo aparente.
También yo soy molesta para algunas personas, me consideran
aprensiva y que exagero con tu enfermedad, eso me ha valido que se alejen de mí
y que simplemente ya no me hablen, al principio lloraba, después me enojaba,
ahora mi cielo lo platico con tu papá y me doy cuenta que solo espero que no le
digan que su hijo puede morir en cualquier momento, claro sí deciden tener un
hijo. También he estado triste porque, también por cuestión social, el tener un
hijo con discapacidad te resta oportunidades laborales, y estas principalmente
han sido para tu papá, y no nos enoja cuidarte, sino que la sociedad no
comprenda por todo lo que tenemos que pasar los padres que tenemos un hijo con
discapacidad, los gastos, y pues el hecho de que también truncamos sueños que
como profesionistas teníamos, estos los cambiamos por horas interminables en el
hospital, que no siempre son gratas, y con regaños en ocasiones absurdos y
fuera de lugar por parte de los terapeutas.
Luego cumpliste 3 años y la emoción me embargó, Bendito Dios
3 años, pero eso también marca un aspecto importante en tu enfermedad, sabemos
a lo que nos enfrentaremos, pues sabemos que aunque tienes tu tratamiento, éste
no te curará. Te festejamos tu
cumpleaños como siempre quisimos, y gracias a Dios las personas que te aman
como nosotros nos ayudaron, la gran recompensa fue tu enorme sonrisa junto a
tus piñatas y verte llegar a casa dormido de tanto jugar. Y días después mi
pequeño, la respuesta que durante tres años esperé, llegó…siempre hablaron de
la gravedad de tu enfermedad pero no entendíamos a que se referían, ahora
sabemos que de las 2000 proteínas esperadas genéticamente, tu solo tienes 337…
y bueno de ahí toda una explicación muy buena por parte de una especialista,
que realmente fue muy cálida, y que sentimos que nos dio palabras de aliento,
porque entonces comprendí que eso para ti no ha sido nada más que un reto! Y mi
querido Elliot, guau!!! Eres todo un guerrero!! Y mamá se queja tanto del estómago,
y la verdad que es por mala alimentación, estrés y falta de ejercicio, pero sé
que puedo cambiarlo, porque no? si tu todos los días sin saberlo luchas por
vivir!!! Por lo que después de llorar y cuestionarme porque una y otra vez,
amorosamente comprendí que no obtendré esa respuesta, para qué? Si creo que si
tengo muchas respuestas que poco a poco he ido descubriendo.
No sé porque mi vida, jamás lo sabré. Sé que te amo, que
siempre quise ser mamá, que no soy una madre perfecta y que jamás lo seré, que,
cierto, que mi profesión me ha enseñado muchas cosas que transmito a mis
pacientes, pero ante ti mi pequeño, solo soy Sofía, tu mamá, y te consiento
porque te amo con toda mi alma, y con toda mi alma me duele saber que no te
podré salvar la vida, que jamás te quitaré tu enfermedad y que siendo tan impredecible
la misma, no sé cuánto tiempo decidas estar junto a nosotros físicamente; y
también sé que solo quiero ser feliz contigo, llegar abrazarte, jugar contigo,
por supuesto regañarte por las malas travesuras que haces y que de repente nos
vuelve locos a papá y a mí, amarte mi vida, amarte siendo felices en esta vida
que no sé cuánto nos dure.
Sé que jamás llegarás a la universidad, ni tendrás novia, ni
te iras de parranda, ni nada de lo que en alguna ocasión pude haber imaginado como
cualquier madre; también sé que no seré esa profesionista que alguna vez creí,
ni haré todo lo que alguna vez pensé, sin pensarlo incluso la oportunidad de
crecimiento profesional que esperé por años la rechacé cuando naciste, y no
reflexioné en ello hasta mucho tiempo después, y sabes mi vida? Así es el amor,
no me arrepiento porque he podido tenerte en mis brazos, besarte y tener tu
aroma acompañándome en el día, realmente
tampoco sé con exactitud qué es lo que pasará en nuestras vidas, lo único que
sé es que te amo infinitamente como jamás imagine que pudiera amar en la vida,
y que llegues a abrazarme me hace doblemente feliz!
Gracias 337… porque esa fue la oportunidad de vida para ti
mi Elliot, y fue la oportunidad que la vida me dio para saber lo que es ser
madre y el infinito amor que una madre puede dar… y eso mi vida, es el máximo
logro que tendré en la vida, gracias a Dios.
hola, sabemos de ese sentimiento que te inunda, sabemos Ana y yo, Jesús Navarro que muchas de las cosas que soñamos se fueron, pero otras llegaron, el hecho de que el rumbo que queriamos esta en otro lado lejos de donde ahora nos dirigimos, tendría que ser mas intenso, y mas retador, y nos hace aprender a vivir a ser diferentes por el hecho de que nuestros hijos lo son, pero la vida es asi, nadie sabe como va a ser y nadie sabe por donde nos llevara, y ahí están, (nuestros pequeños). Vale la pena que este camino con MUCOPOLISACARIDOSIS, tenga sentido, es admirable el valor que tienes para ecribir lo que sientes, saludos cordiales y todo nuestro respeto.
ResponderEliminar